Dos santotomesinos van a realizar impresoras 3D para donarlas a escuelas
Fueron diseñadas por ellos mismos y se componen en su mayoría de elementos reciclados. Quieren también organizar cursos para enseñar a emplearlas y que se conforme una cadena de conocimiento y solidaria.
Por: santotoméaldía /
Son Juan Pacheco y Erica Díaz, un matrimonio de técnicos informáticos que llevan adelante una campaña en la que se conjugan conocimiento y solidaridad. Su objetivo es equipar con tecnología de punta a instituciones educativas de bajos recursos y brindar a sus alumnos las herramientas para aprender a utilizarla.
Todo comenzó cuando ellos adquirieron una impresora 3D y diseñaron un dispositivo similar pero de menores dimensiones. Fue la idea basal para producir nuevas impresoras y llevar adelante esa propuesta altruista.
Valiéndose de la lógica del crowdfunding, o financiamiento colectivo, iniciaron una campaña para conseguir recursos y llevar adelante una interesante propuesta: conseguir los medios para materializar esas impresoras 3D y donarlas a escuelas. Además quieren organizar capacitaciones en esas instituciones para divulgar su utilización.
“La idea es hacer un aporte a la comunidad imprimiendo estas pequeñas impresoras, de un tamaño menor a las convencionales, para donarlas a escuelas o instituciones educativas y dar cursos gratuitos de programación, modelado y diseño 3D”, precisó Pacheco en diálogo con santotomealdia.com.ar.
Su iniciativa consiste en reunirse con alguna institución interesada y buscar inversores que aporten los elementos electrónicos, que constituyen el 40% de las impresoras y deben ser comprados. El otro 60 por ciento son elementos reciclables que ellos mismos conseguirán y donarán.
Por el momento consiguieron interesar a dos entidades educativas de la ciudad de Santa Fe, aunque todo hace suponer que no serán las únicas.
Pero la campaña no termina allí, va más allá y busca montar una verdadera cadena de conocimiento que sostenga el proyecto en el tiempo. “No sólo queremos armar las impresoras sino también enseñar a hacerlas, para contagiar esta ida a otras personas”, aseguró Pacheco.
“Una impresora 3D, la más básica y barata que se puede conseguir en el mercado, tiene un costo de 13.000 pesos; nosotros tenemos pensado hacer una con un costo total de 2.000 pesos. Además vamos a enseñar a realizarlas para que cada uno pueda traspasar ese conocimiento a otros”, detalló.
Según indicó, la iniciativa surgió cuando junto a su esposa conocieron la noticia de un estudiante al que se le ocurrió imprimir y donar prótesis. “Cuando nos enteramos pensamos ‘por qué no imprimir impresoras 3D para que más personas ayuden a otras y se haga una cadena’. Hay chicos de entre 12 y 18 años que están metidos en el tema pero no cuentan con los recursos, entonces muchas ideas que tiene quedan en la nada o en casos aislados”, sostuvo.
Como corolario adicional, la campaña busca concientizar sobre el tratamiento de los residuos electrónicos, ya que como se señaló esas impresoras que ellos diseñan se componen en su mayoría por elementos reciclados.
