Policiales — 22.11.2025 —
Viajaron de Santo Tomé a Córdoba a pasar el fin de semana y les robaron y destruyeron las motos
El hecho ocurrió en San Antonio de Arredondo, 8 km al sur de Villa Carlos Paz, donde un grupo de jóvenes de nuestra ciudad fue víctima de un ataque delictivo que incluyó el robo de tres motos y actos de vandalismo.
Por Santotomealdía
Lo que debía ser un fin de semana de descanso se convirtió en una experiencia angustiante para cuatro jóvenes de nuestra ciudad, quienes viajaron a San Antonio de Arredondo, en la provincia de Córdoba, y fueron víctimas de un grave hecho delictivo. Durante la primera noche en esa localidad, les robaron tres motos, una de las cuales fue incendiada, y las otras dos aparecieron vandalizadas y destruidas.
El hecho tuvo lugar en una vivienda ubicada en la localidad situada a pocos kilómetros al sur de Villa Carlos Paz. Según relató Lionel, uno de los damnificados:“llegamos ayer, entre la 1 y las 2 de la tarde. Fuimos a comer, volvimos, lavamos las motos y nos quedamos en la casa”.
La noche ventosa y el ruido de chapas y árboles impidieron que los jóvenes advirtieran lo que ocurría. “Han pateado el portón, estaba todo doblado. Las motos tenían traba volante y seguramente las patearon o metieron un fierro por la llave para romperlas. No escuchamos nada”, explicó el hombre, en declaraciones a Carlos Paz Vivo.
Cuando despertaron, descubrieron que las tres motos —dos Kawasaki Z400 y una Suzuki DR650— ya no estaban. La primera en aparecer fue la Suzuki, completamente incendiada en una calle de la costanera. “Una moto con 15 litros de nafta prendida fuego en plena calle, y nadie vio nada… es muy raro”, señaló.
Las otras dos motos fueron encontradas horas después, tras seguir las huellas de los neumáticos hasta un basural cercano a Mayu Sumaj. “La pista nos llevó hasta un basural cerca de Mayu Sumaj. De ahí seguimos un sendero unos 400 metros y encontramos un bidón blanco. Bajamos por la barranca y ahí estaban: tapadas con yuyos, destruidas. Solo se veía la punta del escape”, relató.
El daño fue total: instalación eléctrica cortada, mangueras arrancadas, motor golpeado, manillar y suspensión destruidos, y todas las cachas rotas. “No sirven más”, lamentó el joven.
Sin respuesta policial
Más allá del daño material, el grupo también manifestó su malestar por la respuesta policial. “La Policía vino, tomó declaración, pero no querían pasarlo como robo porque dicen que no hubo violencia. ¿Cómo que no? Si rompieron cerraduras, forzaron traba volante… eso es violencia sobre el bien”, expresó Lionel. Además, señalaron falta de acompañamiento: “Nos dijeron que no podían tomar huellas porque en las motos no queda nada, que solo sirven las de vidrio. No te sentís acompañado por nadie”.
Finalmente, Lionel destacó el impacto emocional y económico del hecho: “Nos cagó las vacaciones, el esfuerzo de toda una vida de ahorrar para comprarte una moto. Uno de mis amigos estaba pagando la suya todavía. Te arruinan”.






